Latinas Latimos Juntas- the Latin American Women’s Program at BWSS

Latinas Latimos Juntas: el Programa para Mujeres Latinoamericanas en BWSS

BWSS se compromete a brindar apoyo especializado a mujeres y personas de género no binario sobrevivientes de violencia que experimentan barreras interseccionales y sobrepuestas para acceder servicios y planes para la seguridad de mujeres que sufren relaciones abusivas.  Uno de los grupos más grandes de sobrevivientes a los que ofrecemos apoyo especializado son las mujeres latinoamericanas y personas de género no binario.

Desde la década de 1990, BWSS comenzó a trabajar estrechamente con activistas de países latinoamericanos para combatir la persecución de género contra las mujeres y apoyar a las mujeres que huyen de niveles alarmantes de violencia física y sexual en América Central y del Sur. Desde 2003, hemos estado ofreciendo el Programa para Mujeres Latinoamericanas (LAWP), con un enfoque integral y una comprensión cultural de los problemas y necesidades únicas de las mujeres inmigrantes, refugiadas y con un estado precario de inmigración.

Rosa Elena Arteaga, Directora de Práctica Clínica y Servicios Directos de BWSS, y una de las miembros fundadoras del equipo del Programa para Mujeres Latinoamericanas, reflexiona sobre los primeros días del Programa: “Lo que aprendimos cuando comenzamos a ofrecer servicios a mujeres latinoamericanas es que había un porcentaje muy alto de mujeres Latinoamericanas viviendo en British Columbia que  necesitaban nuestro apoyo especializado. Rápidamente ampliamos nuestra programación para abordar las necesidades de la comunidad, y el Programa para Mujeres Latinoamericanas realmente creció a partir de ahí”.

El trabajo de BWSS con las mujeres latinoamericanas es único y multifacético. Nuestro Programa para Mujeres Latinoamericanas ofrece apoyo específico en español y portugués para mujeres, que incluye asesoramiento individual desde una perspectiva feminista e informada en trauma, así como atención grupal. A través de este programa, BWSS atiende a mujeres latinoamericanas y personas de género no binario pertenecientes a diversos países y contextos demográficos, incluidas las sobrevivientes afro-latinoamericanas, afroindígenas latinas, indígenas de países latinoamericanos y aquellas que también crecieron en Canada. Brindamos apoyo integral a las mujeres latinoamericanas que abandonan relaciones abusivas, a través de intervención en crisis, planificación de seguridad y consejería psicológica. Nuestras trabajadoras de apoyo y consejeras trabajan en estrecha colaboración con la consejera de vivienda de BWSS, el programa de introducción y búsqueda de empleo de BWSS “Advancing Women’s Awareness Regarding Employment (AWARE)”, y el Centro de Justicia en BWSS para garantizar que las sobrevivientes latinoamericanas reciban apoyo holístico para abordar cualquier necesidad compleja que puedan tener.

No podemos hablar del Programa para Mujeres Latinoamericanas sin tomar un momento para honrar a la difunta

Daniela Escolar, una consejera comprometida y cariñosa, y líder del Programa para Mujeres Latinoamericanas durante 7 años.

Recordada como una defensora feroz de las mujeres latinoamericanas que experimentan violencia de pareja y violencia de género, Daniela impactó de manera positiva los corazones y las vidas de muchas sobrevivientes latinoamericanas que accedieron nuestros servicios y recibieron el apoyo de Daniela.

La dedicación de Daniela para apoyar a las sobrevivientes latinoamericanas dio forma al Programa para Mujeres Latinoamericanas en lo que es hoy. Daniela es profundamente extrañada por el equipo de BWSS.

Violencia de Pareja Íntima (VPI), Violencia de Género (VG) y Mujeres Latinoamericanas

América Latina está plagada de horribles tasas crecientes de violencia de pareja íntima, violencia de género y feminicidio. Como región, América Latina alberga a 14 de los 25 países con las tasas más altas de feminicidio en el mundo. En México específicamente, las tasas de feminicidio son impactantes, con 10 mujeres asesinadas todos los días debido a su género. La violencia de género en América Latina se ve agravada y amplificada por la impactante falta de acción y laxitud de las fuerzas del orden y el sistema legal hacia los abusadores, la gran mayoría de los cuales son hombres.

Como organización feminista antirracista y decolonial, BWSS reconoce el impacto generalizado del colonialismo en las tasas de violencia contra mujeres, niñas y personas de género no binario. La colonización de América Latina por colonizadores españoles, portugueses, franceses, holandeses e ingleses ha resultado en el patriarcado, el racismo y el clasismo incrustados en las instituciones y sistemas sociales en toda América Latina. Además, la profunda historia de esclavización de los pueblos africanos en la región tiene impactos modernos en términos de racismo, discriminación sistémica y desigualdad de género generalizada.

La violencia contra mujeres, niñez y personas de género no binario es uno de los factores más poderosos que impulsan la migración desde países latinoamericanos a Canadá y Estados Unidos. “La violencia sexual y basada en género”, según un artículo producido por el Consejo Atlántico, “es un factor primordial que obliga a mujeres y niñas a migrar desde los tres países del Triángulo Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala”. De manera similar, la violencia sexualizada y basada en género en México ha resultado en nuevas oleadas de migración hacia el norte, con mujeres y menores huyendo más que nunca.

BWSS reconoce las luchas de las mujeres latinoamericanas que huyen de la violencia en su país de origen, que pueden haber sufrido violencia y opresión sistémica, y que han experimentado el proceso de inmigración que sabemos que puede ser injusto y traumatizante para las sobrevivientes de violencia. También reconocemos que, al llegar a Canadá, las mujeres latinoamericanas enfrentan injusticias adicionales como inmigrantes y refugiadas recién llegadas.

El reciente informe El Color de la Violencia de BWSS “Colour of Violence” reconoce que “ser recién llegada a Canadá moldea las experiencias y respuestas a la violencia de género”. Sabemos que hay muchas formas en que ser recién llegada a Canadá afecta las experiencias que tienen las mujeres latinoamericanas con la violencia de género. Desde experimentar un estatus migratorio precario hasta el desequilibrio de las dinámicas de poder en relaciones íntimas con canadienses blancos, las mujeres y personas de género no binario latinoamericanas, al igual que otros grupos de migrantes y recién llegados, son particularmente vulnerables a experimentar violencia de género.

Las mujeres latinoamericanas que han emigrado a Canadá pueden haber dejado atrás a sus familias y países de origen, así como sus carreras y propiedades. Sin los sistemas de apoyo a menudo estrechamente unidos de sus comunidades y culturas de origen, las mujeres pueden quedar aisladas y depender de los amigos y familiares de sus parejas para sus necesidades sociales, culturales y financieras.

Para las mujeres latinoamericanas cuyas parejas son ciudadanos canadienses, y en particular aquellos que son blancos, existen dinámicas de poder que crean condiciones y consideraciones complejas. Al igual que muchas mujeres inmigrantes o refugiadas, las mujeres latinoamericanas pueden ser patrocinadas en su estatus migratorio por sus parejas abusivas, exacerbando las condiciones que conducen a su vulnerabilidad. En algunos casos, solo hay promesas falsas de patrocinio en estatus migratorio, de las que pueden darse cuenta solo cuando es demasiado tarde, como por ejemplo después de que una mujer tiene hijos nacidos en Canadá. Para las mujeres latinoamericanas cuyos hijos nacen en Canadá, el temor a perder la custodia de sus hijos y ser deportadas puede llevarlas a quedarse en relaciones abusivas.

Al igual que todas las sobrevivientes de violencia de pareja íntima y violencia de género, las mujeres y personas de género no binario latinoamericanas experimentan barreras financieras para su seguridad, incluido el alto costo de la vivienda y la alimentación. Para las mujeres con hijos, el costo del cuidado infantil puede representar un obstáculo inmenso para la independencia de una pareja abusiva.

BWSS entiende que las mujeres inmigrantes y refugiadas que acceden a nuestros servicios pueden no solo tener necesidades inmediatas relacionadas con sus experiencias de violencia de pareja en relaciones íntimas, y violencia de género en Canadá, sino  que a menudo también han sido sobrevivientes de violencia de genero en la infancia, durante su vida o han experimentado persecución politica asi que requieren apoyo para integrarse en Canada. BWSS sabe que las sobrevivientes latinoamericanas necesitan servicios específicos en cuanto al idioma y cultura para envolver y adaptar los servicios y de esta manera sobrepasar estas barreras, y a través de nuestro Programa para Mujeres Latinoamericanas, buscamos abordar las necesidades de la comunidad latinoamericana llenando lo faltante en los servicios de apoyo para sobrevivientes de violencia.

El grupo de Mujeres Latinoamericanas

Sujey Villalobos-Estrada, consejera de Mujeres en el Programa para Mujeres Latinoamericanas, dirige “Latinas Latimos Juntas”, un grupo semanal para mujeres latinoamericanas que experimentan o han experimentado violencia de género y violencia domestica. Latinas Latimos Juntas, es un grupo que reúne a sobrevivientes para aprender y discutir temas importantes relacionados con la violencia en las relaciones íntimas. Las participantes aprenden a nombrar la violencia que están experimentando y, al hacerlo, combaten la confusión creada por la manipulación que es tan común en relaciones abusivas. Las participantes trabajan juntas para identificar y nombrar sus emociones y empoderarse mutuamente en sus procesos de curación como compañeras.

Sujey describe el grupo Latinas Latimos Juntas como un lugar de conexión y cultura. “En un momento estamos hablando de violencia”, afirma Sujey, “y al siguiente estamos haciendo actividades de conexión con el cuerpo, arte, o un poco de baile”. El grupo Latinas Latimos Juntas ofrece una oportunidad para que las sobrevivientes que han estado aisladas creen comunidad una vez más. Al reflexionar sobre los vínculos creados entre las participantes del grupo, Sujey reflexiona que “las conexiones ocurren de forma natural y rápida”, algo que nota está “vinculado a la cultura latinoamericana”.

Sujey aprecia ver la fuerza en las participantes y admira cómo se comunican y se apoyan mutuamente durante cada sesión. “Es una gran recompensa para mí”, dice, “es hermoso ver a las mujeres apoyándose mutuamente y cómo comienzan a visibilizar la violencia y superarla”. Sujey agrega que “acompañar a las sobrevivientes en el proceso de curación es una gran parte de mi trabajo en el Programa para Mujeres Latinoamericanas y en el trabajo en general de BWSS”.

 

Mujeres Latinoamericanas y el Centro de Justicia en BWSS

La organización BWSS está comprometida a acompañar a las sobrevivientes de violencia de género en sus trayectos hacia la justicia y la sanación, y una de las formas en que lo hacemos es a través del Centro de Justicia en BWSS. El Centro de Justicia en BWSS es un programa legal comunitario que brinda servicios legales y defensa a mujeres y personas de género no binario que se autoidentifican como sobrevivientes de VPI y violencia de género. El Centro de Justicia ofrece apoyo a las sobrevivientes de violencia de género que enfrentan el sistema legal de derecho de familia, inmigración, bienestar infantil, derecho civil y/o justicia penal.

BWSS sabe que el sistema legal puede ser alienante, intimidante y retraumatizante para las sobrevivientes de violencia doméstica y violencia de género que buscan justicia. Esto es especialmente cierto para las sobrevivientes Latino Americanas recién llegadas, inmigrantes, refugiadas, y mujeres con estado precario de inmigración que enfrentan el racismo y las barreras lingüísticas al acceder al sistema legal en Canadá. Sujey explica que “en la mayoría de los países latinoamericanos, tener acceso a una buena educación en un segundo idioma es un privilegio que la mayoría de las inmigrantes no tienen. Como resultado, se encuentran en una situación vulnerable, a menudo dependientes de sus abusadores. Existe un desequilibrio significativo de la justicia, especialmente si el abusador es blanco y el inglés es su primer idioma, ya que tienen la capacidad de presentar su caso de manera efectiva. Por el contrario, las mujeres con un dominio limitado del inglés enfrentan dificultades para expresar los detalles del abuso”. Escuchando las historias de muchas sobrevivientes inmigrantes, está claro que el racismo y las barreras lingüísticas juegan un papel significativo en su capacidad para acceder a la justicia en Canadá.

El manual de BWSS  de Empoderamiento: Mujeres No Estatus, Refugiadas e Inmigrantes que Experimentan Violencia describe algunas razones adicionales por las cuales las mujeres latinoamericanas desconfían del sistema legal en Canadá. “Debido a sus experiencias en su país de origen”, afirman sus autoras, “algunas mujeres latinoamericanas desconfían mucho del sistema legal”, y agregan que “hay una tendencia entre las mujeres latinoamericanas que experimentan violencia a ver el sistema de justicia como más un riesgo que un recurso”. Una de las principales barreras para la seguridad de las mujeres latinoamericanas es “no tener conocimiento sobre el sistema legal canadiense. La falta de conocimiento afecta la eficacia de una mujer cuando intenta acceder al sistema y coloca al abusador en una posición de poder sobre la mujer”. BWSS reconoce que el sistema legal en Canadá a menudo presenta una burocracia y barreras innecesarias para la justicia de las sobrevivientes de violencia inmigrantes y refugiadas, y ofrecemos nuestros servicios como un medio para abordar las injusticias que aquejan al sistema legal.

Karen Bation, Gerente del Centro de Justicia en BWSS, explica cómo el Centro de Justicia ayuda a las sobrevivientes con una variedad de apoyos de inmigración: “Nuestro equipo trabaja en estrecha colaboración con las sobrevivientes para ayudarlas con su estatus migratorio. Por ejemplo, si hay un quiebre en el patrocinio por parte de un cónyuge abusivo, podemos trabajar con la mujer para presentar una solicitud de permiso de residente temporal (TRP) y un permiso de trabajo abierto (OWP). Estos permiten que una sobreviviente permanezca en Canadá y obtenga independencia financiera. También ayudamos a las mujeres con otras preocupaciones de inmigración, como una solicitud de Consideración Humanitaria y Compasiva si hay un hijo nacido en Canadá. Si evaluamos que la mujer potencialmente podría ser refugiada, podemos ayudarla a presentar una solicitud de refugio. Si se considera que una sobreviviente tiene estatus de refugiada, el Centro de Justicia en BWSS puede ayudarla a solicitar la residencia permanente en Canadá”.

El Centro de Justicia en BWSS también ayuda a las mujeres a buscar representación de ayuda Legal “Legal Aid” para una variedad de problemas relacionados con sus experiencias de violencia de pareja y violencia de género. Nuestro equipo del Centro de Justicia puede ayudar a las sobrevivientes a solicitar ayuda legal y, si se les niega, también con el proceso de apelación. Nuestras defensoras legales trabajan en estrecha colaboración con las mujeres para completar documentos legales en las áreas de derecho penal o de familia, una tarea que permite a las mujeres aprovechar al máximo las horas asignadas con un abogado de ayuda legal. Los miembros de nuestro equipo también acompañan a las mujeres a la corte, brindando un apoyo crucial en momentos de necesidad extrema.

 

Lucia Vega Jiménez

Hay pocos casos que delineen más claramente la necesidad de la defensa legal contra la violencia hacia las mujeres recién llegadas, inmigrantes, refugiadas y mujeres con un estatus de inmigración precario como el caso desgarrador de Lucía Vega Jiménez. Vega Jiménez, fue una mujer mexicana que vivía en Vancouver, BC con un estatus de inmigración precario. Lucia fue encarcelada por la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) y enfrentaba la deportación mientras esperaba en el Centro de Detención de Inmigración en el Aeropuerto Internacional de Vancouver. En diciembre de 2013, temiendo la persecución basada en género, incluida la tortura y el asesinato al regresar a México, Lucía puso fin a su vida mientras esperaba la deportación.

En 2014, Rosa Elena Arteaga testificó en una investigación forense sobre su muerte en custodia de la CBSA. En su intervención, Rosa Elena testificó que “durante varios años, BWSS ha estado alertando sobre la relación entre la violencia de género y la inmigración precaria para las mujeres, en general, y específicamente desde México”. Durante su testimonio, Rosa Elena denunció la deshumanización y la objetificación de Vega Jiménez tanto durante su tiempo en custodia como durante el proceso de investigación. Rosa Elena argumentó que “la CBSA había descartado la experiencia de violencia de género de la Sra. Jiménez y el riesgo de muerte al que parecía enfrentarse al regresar a México”. Añadió que “la violencia de género y el estatus migratorio precario no son comprendidos o son ignorados por los funcionarios canadienses”.

El informe El Color de la Violencia de BWSS señala que el testimonio de Rosa Elena “alertó sobre la relación entre la violencia de género y el estatus migratorio precario para las sobrevivientes”. Como resultado de este trabajo y otras acciones de defensa, en ese momento, BWSS acordó colaborar con la CBSA y el Departamento de Policía de Vancouver (VPD) para garantizar que las sobrevivientes migrantes, refugiadas y sin estatus puedan buscar apoyos legales y de BWSS sin temor a la deportación automática. También BWSS, dio entrenamientos y talleres sobre el tema de la violencia de genero y la violencia en relaciones de pareja a oficiales de la CBSA y el VPD. BWSS impartió talleres sobre cómo trabajar con mujeres migrantes, refugiadas y sin estatus que han experimentado violencia de género.

“En honor a Lucía Vega Jiménez y las muchas Lucías invisibles”.

-Rosa Elena Arteaga

 

BWSS sigue comprometida en poner fin al racismo sistémico y la discriminación contra las mujeres migrantes, inmigrantes y refugiadas. Brindando servicios de apoyo culturalmente receptivos y accesibles es una de las formas en que estamos comprometidas a abordar la marginalización de las mujeres y personas de género no binario latinoamericanas que experimentan violencia de pareja íntima y violencia de género. ¡Trabajamos incansablemente para eliminar la violencia contra las mujeres y nos solidarizamos con las mujeres latinoamericanas que luchan por su seguridad, libertad y justicia!